En Latinoamérica se han generado diversas experiencias que permiten observar esfuerzos en la articulación de la comunicación como un eje central para el desarrollo, sin duda, esa centralidad se refiere al ser humano que desde su libertad para decidir y actuar se convierte en un sujeto autónomo, participativo y crìtico frente a los grandes problemas que le rodean, pero también propositivo frente al desarrollo social.
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